Hablar con Paco Rey es poder conocer de cerca el pasado, presente y futuro de nuestro Club Náutico Alicante Costa Blanca.  Como presidente ha conseguido en estos últimos años diferentes retos que nos permiten afrontar con optimismo los próximos objetivos. Pero, como alicantino de corazón y profundo conocedor de la historia de nuestras instalaciones empieza a hablarnos de los orígenes de nuestra querida Albufereta, “que era lugar de encuentro, en fechas señaladas, de todos los alicantinos.”

Desde sus inicios en los años 60, el entorno de nuestro Club ha estado muy vinculado al mar, “con la construcción en esa época de pequeñas barracas para disfrutar la familia del verano, o como refugio de temporadas”. En los años posteriores, el boom inmobiliario hizo crecer esta zona “de forma descontrolada” hasta llegar a parecerse mucho a lo que conocemos hoy en día. No obstante, los inicios de la dársena portuaria también están fijados en esa época, en los que “comenzó con todos los trámites de legalización de la misma”.

Paco recuerda perfectamente todos estos periodos, ya que “mi abuelo era cantero y explotador de las canteras de la Sierra de San Julián”, y sus recuerdos de infancia siempre han estado vinculados a barrios tan alicantinos como San Antón, Santa Cruz y por supuesto la Albufereta, “donde eran frecuentes las casitas a la orilla del mar”.  Nos recuerda que su padre fue “socio desde sus comienzos de este Club, luego llegué yo y ahora también están mis hijos y mis nietos”.

Después de ocupar diferentes cargos en varias directivas, y tras alejarse durante unos años por motivos de salud, en el año 2016 se sintió en la “obligación de intentar ayudar como presidente para afrontar los nuevos retos a los que había que enfrentarse”. Para ello, Paco nos repite insistentemente que su primer gran objetivo fue obtener el “equilibrio presupuestario que nos permita hacer frente al objetivo de renovación de la concesión”. En el año 2020 y tras renovar como presidente, sigue siendo esta su primera preocupación, pero ya no es su único objetivo, “queremos un Club abierto a la ciudad”

En estos últimos años el CNACB ha iniciado un proceso de renovación de su masa social, ya que “los retos del futuro hay que afrontarlos con una mezcla de nuestros veteranos y la ilusión de la gente joven”. Se ha potenciado una mayor variedad de actividades deportivas y no solo la actividad producida por las embarcaciones atracadas, con un “auge muy importante del Remo, SUP o la Escuela de Vela”.

Además, se ha potenciado el libre acceso al Club, “queremos que nos conozca toda la ciudadanía alicantina” y ya se ha conseguido que el “95% de los usuarios de nuestras instalaciones no sean socios numerarios”. “180 practicantes de remo, 80 socios de paddle surf, infinidad de niños en nuestras escuelas, organización de actividades sociales como la Mar solidaria, colaboración con distintas asociaciones, clubes deportivos e Institutos fomentando la práctica del deporte náutico en nuestra localidad” son números que demuestran el enorme esfuerzo realizado en estos años para atraer a la gente con mejores instalaciones y renovación constante del material. “En verano hay una gran demanda de prácticas libres de paddle surf y piragua” nos dice con gran entusiasmo el presidente, “porque es una prueba de que nuestro Club, nuestro puerto y nuestras instalaciones son por y para los alicantinos”

Los valores de referencia que han acompañado a este Club desde sus inicios son la familiaridad y la cordialidad, promoviendo valores que el deporte aporta “sobre todo a la juventud”. La capacidad de superación, el compañerismo o la camaradería son atributos que aprenden los jóvenes que practican deportes náuticos, “y nuestro principal aliciente es seguir formando jóvenes deportistas enamorados del mar”

El reto principal es…

El reto principal es conseguir la renovación de la prórroga de la concesión por 10 años y, para eso, debemos ser tajantes en el control presupuestario y la buena gestión económica. Una vez que todo se normalice, habrá que abordar las inversiones necesarias e indispensables que necesita el Club, como el reforzamiento de la escollera o la renovación integral de los pantalanes interiores ofreciendo mejoras en la seguridad y operatividad de las instalaciones, la eficiencia energética y la calidad ambiental.

Por lo tanto, ha afectado mucho este año de pandemia…

Mucho menos de lo que podría haber afectado, gracias a la magnífica labor de todos nuestros trabajadores y al cumplimiento a rajatabla de todas las normas por parte de nuestros usuarios. Es más, creo que el Club ha servido a mucha gente para seguir practicando deporte y olvidarse por momentos de la situación tan crítica que hemos vivido. E insisto, solo puedo tener palabras de agradecimiento para nuestros excelentes profesionales y para todos nuestros socios y usuarios que han sido un ejemplo de comportamiento cívico y responsable.

Para acabar, ¿el marinero nace o se hace?

Sin duda nace. Mi padre se enamoró del mar la primera que lo vio con 7 años. Yo he nacido a la orilla del mar y siento desde siempre auténtica pasión por él, al igual que mi hijo Roberto. Mi otro hijo, mi madre o mi mujer, no sienten lo mismo.  Te confesaré que el nombre de mi barco es Diana, por mi mujer y mi nieta, a la que le hizo ilusión.